domingo, 30 de noviembre de 2014

depresión mayor


TRASTORNOS DEL ESTADO DE ÁNIMO 1: DEPRESION MAYOR.
 
He leído recientemente un artículo en el que se decía que el placebo y la psicoterapia son mejores que los antidepresivos para tratar la depresión. Este es un artículo muy recomendable que puede leerse en infocop; en fuentes dejo el enlace por si alguien desea leerlo entero.

Pero lo que quisiera hacer es desgranar un poco ese término tan manido, tan usado y habitual, que en realidad hace referencia a diferentes tipos de psicopatologías con sus respectivos diagnósticos.

Los trastornos depresivos cursan con una serie de síntomas, entre ellos se pueden destacar:

Síntomas anímicos.
Si bien los más habituales son la tristeza, el abatimiento o la infelicidad, a veces el estado de ánimo predominante es el de irritabilidad. Incluso en casos graves se pueden negar los sentimientos de tristeza, alegando que no se tiene ningún sentimiento. También se debe considerar la reducción de emociones positivas, la disminución de la capacidad de disfrute (anhedonia).
 
Síntomas emocionales y conductuales.
La apatía y la desmotivación suelen estar conectados con pensamientos de desesperanza, falta de control,o de no dar sentido a lo que uno hace. La forma más grave es el retardo psicomotor, un enlentecimiento generalizado.

Síntomas cognitivos.
La memoria, la atención y la concentración pueden resentirse. El pensamiento rumiativo y circular parece muy importante. Pero también la autodepreciación, la autoinculpación y la pérdida de autoestima suelen ser contenidos clave.

Síntomas físicos.
Un síntoma habitual suelen ser los problemas de sueño. Insomnio, problemas para dormirse o despertares nocturnos, e hiperinsomnias, generalmente como somnolencia diurna. Otros síntomas son la fatiga, la pérdida o el aumento de peso, y disminución de la actividad y deseo sexuales. Las quejas corporales difusas incluyen: dolores de cabeza, de espalda, de espalda, náuseas, vómitos, estreñimiento, micción dolorosa, visión borrosa, entre otras.

El proceso de evaluación posterior de toda la sintomatología de la depresión debe ir dirigida al tratamiento de ésta. Los contenidos de la evaluación deben atender el nivel de actividad actual, análisis de reforzadores (cosas que le gustaban antes), habilidades de la persona (sus comtepencias y estrategias de afrontamiento). Para ello existen diferentes instrumentos de evaluación, tales como la entrevista, los autoinformes y los cuestionarios.

Una vez atendida la sintomatología se acude a una clasificación diagnóstica reconocida, en mi caso, al DSM-IV-TR, donde se establecen los siguientes criterios:

A. Durante al menos dos semanas la presencia diaria de al menos cinco síntomas, siendo el 1 o el 2 necesariamente.
  1. Estado de ánimo deprimido.
  2. Disminución del placer.
  3. Aumento o disminución de peso.
  4. Insomnio o hiperinsomnio.
  5. Agitación o enlentecimiento psicomotor.
  6. Fatiga o pérdida de energía.
  7. Sentimientos de inutilidad o culpa.
  8. Problemas de concentración y toma de decisiones.
  9. Ideas recurrentes de muerte o de suicidio.
B. Interferencia cotidiana.
C. No debido a drogas, medicamentos o condición médica general.
D. No asociado a pérdida de un ser querido hace menos de 2 meses.

Cuando se tiene un diagnóstico se puede orientar al cliente sobre los diferentes tipos de terapia existente que sirva para una remisión parcial, total o recuperación de la psicopatología.

Revisando los tratamientos disponibles, puede afirmarse que la terapia cognitivo conductual es ampliamente aceptada como recurso terapéutico.

Los programas propuestos suelen variar en contenidos y duración, si bien quisiera destacar el programa de Activación Conductual Breve de Lejuez, Hopko y Hoplko (2001), que no requiere un especial entrenamiento y suele desarrollarse entre 10 y 12 sesiones. Es destacable que es programa no es específico para el tratamiento de la depresión mayor.

FUENTES
 
http://www.infocop.es/view_article.asp?id=4270&cat=38. El placebo y la psicoterapia son mejores que los antidepresivos para tratar la depresión. Entrevista con Irving Kirsch.

Belloch, A., Sandín, B., Ramos, F., (2009). Manual de Psicopatología. Ed.: Mc Graw Hill.

Vallejo Pareja, M. A., (Coordinador) (2012). Manual de Terapia de Conducta. Ed.: Dykinson

lunes, 24 de noviembre de 2014

mates


APRENDIZAJE DE LAS MATEMÁTICAS Y SUS PROBLEMAS (Aproximación)


     Ya ha pasado el tiempo en el que eras de letras o de ciencias. Las ciencias sociales son unas ciencias mixtas no exentas de complejos cálculos matemáticos y de nutridas fórmulas. Muchos jóvenes renuncian a su estudio al considerar que las matemáticas son ininteligibles, imposibles de aprobar. Considero que no es más que un problema de base, yo mismo renuncié a la estadística de secundaria y me orienté para evitarla, cuando al final “ella” me encontró a mí no sólo en primero y segundo de carrera, sino también en tercero. En ese momento, descubrí que lo que debía hacer era ir paso a paso asimilando la materia; pero mi bagaje no es la cuestión, es un ejemplo más de lo que escribo. Este artículo está dedicado a nuestros jóvenes, para facilitarles una de las asignaturas centrales en su formación curricular y permitirles, en función de sus preferencias la elección de diferentes alternativas de estudios, no solo en función de los resultados, sino y como no puede ser de otra manera de sus gustos. Porque si uno va a dedicar entre 20 y 40 años a su profesión creo que es importante que te guste lo que has estudiado, en caso contrario parecería en función de los años más una condena que una elección personal.
 
    Esta cuestión puede ser atendida desde diferentes puntos de vista. El primero, considerar a las matemáticas como una ciencia ininteligible. Si desde el principio se puede dar un uso práctico a los aprendizajes realizados en la materia es mucho más fácil. En una reciente entrevista que tuve el placer de mantener con un psicopedagogo, director de un colegio público, coincidíamos en la importancia de que los aprendizajes básicos, de los primeros años de la enseñanza, sean sobre todo manipulativos. Cuando los niños pueden "mover las matemáticas" y éstas no se aplican solo en lápiz y papel, la actividad es mucho más enriquecedora y los aprendizajes quedan mejor fijados.
 
    En segundo lugar, en cuanto a las destrezas se refiere, Mayer (2008) indica que para el afrontamiento efectivo de las matemáticas se requieren dos tipos de conocimientos: el lingüístico y el fáctico (o conocimiento del mundo). Sobre el aspecto lingüístico se indicia además, que se producen más errores de tipo semántico en los alumnos menos competentes en realización de problemas. Por ello, en primer lugar deben mejorar sus habilidades. La mejora del vocabulario sería  una de ellas, la cual puede ser desarrollada mediante la lectura, la escritura, hablando y escuchando. Sobre el conocimiento del mundo, a modo de ejemplo citaré un problema matemático en el que se pedía a un niño de 9 años que hallara el número de bombillas necesarios para iluminar un recinto ferial. Pese a que el niño tenía las habilidades necesarias para la resolución de este tipo de problemas, no pudo solucionarlo. Tras comentar la situación me contó que no entendía que era un recinto ferial, lo cual le impedía solucionar el problema al ser llevado al plano abstracto y no saber de lo que se hablaba. Una breve aclaración fue suficiente para soslayar el problema.
 
    En tercer lugar se puede caer en el error de pensar que el niño no quiere aprender matemáticas porque no le gustan, porque es perezoso. Levine (2004) muestra en su obra una serie de casos en los que los alumnos, que previamente había sido considerados problemáticos o perezosos, en realidad se trataba de niños que presentaban diferentes dificultades de aprendizaje en su mayoría y que tras la adquisición de las habilidades apropiadas habían mejorado notablemente en sus dificultades.
 
    En cuarto y último lugar, quisiera hacer mención a las estrategias de aprendizaje. El Departamento de Educación y Empleo del Reino Unido publicó un pequeño manual, que introdujo unas ideas muy interesantes. Además de mantener la idea de los aprendizajes en grupo, algo que en nuestro sistema educativo se realiza de forma esporádica o no se realiza de forma generalizada, apunta la idea de que los alumnos que tengan las habilidades y la madurez suficientes puedan participar del trabajo de los alumnos de un año superior.

    Quisiera realizar un último apunte: en los últimos tiempos he tenido el placer de comprobar el elevado nivel de preparación del profesorado de los centros educativos, tanto públicos como concertados, de mi entorno próximo. Sin embargo, también he comprobado que, muy a su pesar, no puede este profesorado aplicar todos sus conocimientos debido a que  deben seguir una línea educativa marcada. Considero que es una lástima perder tan rico potencial.

    Para concluir indicaré que la intención de estos párrafos no es la exhaustividad, sino más bien la de realizar algunos apuntes y señalar algunas obras que podrían ser de utilidad. 
 

FUENTES

Departament for Education and Employment of UK (2010). Mathematical Challenges for able pupils.

Levine, Mel (2004). Contra el mito de la pereza: cómo niños y padres pueden ser más productivos. Ed. Paidós Ibérica.

Mayer, Richard E. (2008). Aprendizaje e instrucción. Alianza Editorial.
 

lunes, 17 de noviembre de 2014

tourette



Síndrome de Tourette

Texto adaptado del original de la Minnesota Association for Children´s Mental Health.

En relación al desorden.

El Síndrome de Tourette es un desorden neurológico caracterizado por tics involuntarios, rápidos y repentinos movimientos y vocalizaciones (si los síntomas no ocurren simultáneamente), eso ocurre repetidamente de la misma forma.

Para niños con síndrome de Tourette (también conocido como desorden de Tourette), el inicio típico ocurre antes de los 7 años de edad, y el desorden es habitualmente reconocible 2 o 3 años antes del inicio. En la mayoría de los niños, los picos de severidad entre los 9 y los 11 años. Alrededor del 5 a 10% de niños tienen una intensificación de curso con poca o ninguna importancia. En relación al 85% de los niños, los síntomas disminuyen durante y después de la adolescencia.

Los síntomas incluyen:

Ambos, múltiple movimientos motores y uno o más tics vocales, presenta durante algún tiempo durante la enfermedad; sin embargo, los movimiento motor y vocales no deben ocurrir necesariamente de forma simultánea.

La aparición de los tics, algunas veces al día (habitualmente in oposición (pelea), cercano a todos los días o intermitentemente a través de un lapso de tiempo mas de un día al año, y

Cambios periódicos en el número, frecuencia, tipo (vocal o movimiento motor) y localización de los tcis, la severidad los tics será “wax and wane” , los síntomas pueden algunas veces desaparecer durante semanas o meses de tiempo.

La investigación del Instituto Nacional de Salud Mental siguiere que algunos casos de TS (y diagnosticadas como TOC) pueden ser una respuesta autoinmune por anticuerpos producidos para contrarrestar una infección de strep. Este fenómenos es conocido como Pandas. Existe también t una confirmación de base genética; por lo tanto, la búsqueda de pacientes asistidos medicamente por una posible conducta de tic en sus hijos de mencionarse a sus profesionales médicos en similares tics observador en otros miembros familiares. Ambos, psiquiatras y neurólogos están cualificados para diagnosticar un caso de TS.

Qué se puede observar

Durante la infancia, los síntomas del TS no son habitualmente evidentes. Alrededor de los 3 años, un niño puede empezar a mostrar tics motores y vocálicos. El primer síntomas más común en niños con TS es un tic facial, tal como un parpadeo rápido de los ojos, o muecas con la boca. Espasmos así como también sonidos involuntarios de la garganta tales como aclararle o sorber por la nariz pueden ser también signos iniciales. Los tics, sin embargo, son difíciles de reconocer en los patrones de discurso porque las habilidades motoras están todavía en desarrollo. Alrededor de los 4 años cuando los patrones de desarrollo de habla o discurso y motores están bien establecidos, los tics vocales y motores pueden convertirse en más aparentes. Los tics vocales pueden incluir arrebatos, aclaración de la garganta, toses o bufidos. Los tics motores puede ser un simple parpadeo, sorber la nariz, o lamerse los labios.

Síntomas

Parpadeo repetitivo.

Aclaración de garganta.

Tos repetitiva.

Lamerse el labio.

Apretar los puños.

Imitar o repetir las palabras de otros.

Imitar los movimientos de otros.

Movimiento de piernas.

Sonidos vocálicos repentinos.
Estrategias

Las intervenciones para niños con Síndrome de Tourette deben enfatizar la enseñanza de tareas apropiadas de desarrollo guiadas. Los objetivos deben ser ayudar al niño en el desarrollo de relaciones entre iguales, experiencias orientadas a su confianza, y sentirse competentes realizando actividades, no parando los tics.

Enseñar relajación y ejercicios de respiración profunda, les hace posible el entendimiento y la participación en esas técnicas. Jugar con burbujas, aprendiendo a silbar, o intentar activamente mover sus vientres hacia dentro y hacia fuera son formas divertidas de aprender respiración profunda (diafragmática).

Enseñar al niño a sintonizar e identificar sus emociones y niveles de frustración, el incremento de la frustración o ansiedad puede causar el aumento de los tics.

No penalizar al niño por los tics o los hábitos que puedan parecer extraños tales como chuparse los labios o un excesivo parpadeo.

El estrés puede incrementar la causa de los tics del niño, simplificando el entorno del niño y siguiendo los pasos para impedir los desencadenantes sensoriales, tales como luces brillantes, sonidos fuertes o actividad desordenada.

Documentando su conocimiento y los siguientes pasos.

Cuando la grabación de información en relación al niño presenta tics, es especialmente importante ser muy observante y específico. A consecuencia de que los tics puede estar relacionados con frustración y ansiedad, puede ayudar a su registro lo que está pasando justo antes de que parezca el tic. Evitar generalizaciones tales como “ parece como si Stephan se chupara los labios todo el día”. En su lugar intente asociar eventos específicos con comportamientos de tic. Por ejemplo, señalando que “Stephan parece chuparse los labios cuando no puede encontrar la última pieza del puzzle” puede ser más informativo en relación al desencadenantes de los tics de Stephan. Registrando la frecuencia de los tics, así como lo que diga y haga el cuidador puede ayudar a identificar áreas de preocupación.

Si las conductas del niño causan preocupación, se podría sugerir a los padres que proporcionen a su hijo cuidados mentales primarios a través de un profesional de la salud mental, un especialista en conducta infantil, o un pediatra infantil. Cuando se discute sobre sus preocupaciones, originadas en las conductas infantiles, no se deben hacer alusiones a si las conductas son indicativas de un problema mental.
COMENTARIO

El presente artículo ha sido adaptado debido a la importancia que presenta, desde mi modo de ver, para el “tratamiento” en la infancia de comportamientos que podrían ser diagnosticados con el síndrome descrito.

Desde una perspectiva sociocultural se debe evitar la generalización de los comportamientos de cara a que el niño, aunque si bien presente tics, éstos no impidan un desarrollo de sus actitudes tempranas que pudieran verse limitadas por una conducta inapropiada de sus cuidadores. Estos aspectos quedan desarrollados en las estrategias y en la documentación de las conductas. La estigmatización o etiquetado de las conductas pueden frenar el ambiente comprensivo y facilitador que un niño con estas características especiales pueda presentar. Si se piensa con detenimiento todos conocemos a alguien, que en mayor o menor medida, presenta una sintomatología similar y se encuentra perfectamente integrado en la sociedad.

Así y una vez que sepamos que nuestro hijo es especial, si bien con el mismo potencial que el resto, podremos como padres (cuidadores) atenderlo como se merece, aceptando sus características.