miércoles, 22 de diciembre de 2021

Homo comunitatis

He intentado abundar en la cita, o la anécdota sobre Margaret Mead; como ya es sabido, antrópologa  y poetisa del siglo pasado. Cuenta y lo escribo así, porque al parecer la única referencia sobre el tema es aportada por un tercero, que fue preguntada por un alumno por cuál sería el indicio antropológico que le pareciera de más relevancia sobre el desarrollo de la civilización. El auditorio esperaba que fuera una de las herramientas encontradas en alguna excavación arqueológica. La sorpresa fue mayúscula -y tanto que sigue de actualidad- cuando nuestra protagonista contestó que era un hueso de fémur fracturado y sanado. La curación de un hueso largo del cuerpo supone, y más en una pierna, que el afectado no pudo, en mucho tiempo, integrarse en la dinámica propia de su grupo: caza y pesca, recolección, defensa... Por lo demás tuvo que ser asistido por otras personas para todas esos menesteres y es donde Margaret Mead considera que se encuentra la esencia de la civilización.

Es paradójico que se tenga conocimiento de esta anécdota a través de un libro publicado en el año 1980 donde al parecer, se encuentra reflejada, escrito por Paul Brand y Philip Yancey. El episodio ha llegado a nosotros con la colaboración de otras personas, muy propio de las conductas que intentaba ilustrar la propia Mead: sin la ayuda de los demás es muy difícil que sucedan las cosas.

Desde el punto de vista psicológico, estas conductas de ayuda tienen su propio nombre: altruismo. El interés biológico parece ser el origen de este tipo de conductas de ayuda. El estudio ha sido amplio y en origen las conductas más estudiadas fueron las de crianza y cuidado de la progenie. Las conclusiones indican que la ayuda a las propias crías o hijos, en función de la especie, viene determinada por, como ya he nombrado, el interés biológico como la manera de asegurarse que las nuevas generaciones van a llegar a la edad adulta y de esa manera consolidar la herencia genética de sus progenitores. Lo cierto es que no es tan sencillo como parece y se va complicando en función de la complejidad o los avanzada que sea la especie objeto de estudio, entrando ya en el ámbito de la comunidad

miércoles, 8 de diciembre de 2021

Redescubriendo la Psicología Individual

  Siendo tan prolijo como es, cuenta el refranero español: "Dime de qué presumes y te diré de lo qué careces". En demasiadas ocasiones hemos podido comprobar como algunas de las personas de nuestro entorno que tuvieron alguna dificultad en el pasado han intentado por todos los medios aliviarla o al menos, soslayarla. Pero en otras hemos visto cómo de esas dificultades se han hecho su propia bandera, y por lo tanto, virtud; consiguiendo éxitos sin paliativos en diferentes campos.

 Al pensar un poco en esta cuestión vino a mi memoria uno de los pioneros de la Teoría Psicoanalítica, el médico austriaco Alfred Adler. Junto con Freud y Breuer, son considerados los impulsores y difusores de esta teoría. Si bien Adler posteriormente se separó del Psicoanálisis propiamente dicho; en base a su germen original desarrolló sus propios aspectos teóricos en forma de Psicología Individual.

    La cuestión que me hizo acordarme de la teoría fue el ejemplo que puso el mismo autor sobre uno de los personajes históricos más conocidos, el mismísimo Napoléon Bonaparte. Escribió Adler que Napoleón conquistó Rusia para compensar su baja estatura. Lo cierto es que contado así resultado algo simplista.

    Siendo ésta la conclusión: se basa en su propio desarrollo teórico. Adler introduce el complejo de inferioridad como aquella situación, ya se real o percibida, en la que una persona que se compara con su entorno determina que no ha llegado al nivel que debería para ser, al menos, igual a los demás. Así se produce una Kompensation para aliviar la situación, basándose en un complejo de superioridad como aquel nivel al que hay que llegar, un estándar. Quedando resumido en pocas palabras.

    Grandes personajes de este siglo tienen tras de sí mismos historias de superación. Por citar alguno: Bill Gates empezó en un garaje. Messi, al parecer tuvo algún problema físico cuando era niño. Las hazañas de éstos y otros grandes personajes son ejemplo y guía par muchas personas.

    Pero puede darse también la situación en las que las personas intenten compensar sus carencias, reales o percibidas, de manera inadecuada o patológica. Podemos pensar en aquellos que se realizan numerosas operaciones estéticas hasta desfigurarse. Aquéllos que se lastiman, denigran o se abandonan hasta las últimas consecuencias. La base teórica de estos casos podría considerarse dentro del desarrollo inicial de Alfred Adler, casi 100 años después.