miércoles, 11 de marzo de 2015

Teoria del descanso personal





Teoría del descanso personal: Presentación.

El modelo teórico expuesto pretende ser un modelo explicativo de las psicopatologías relacionadas con los trastornos del sueño. Así, partiendo de esta hipótesis de trabajo, se procederá a la explicación del indicado modelo y posteriormente, se irán exponiendo los casos de diferentes sujetos y su encaje en el modelo teórico propuesto. La metodología que se utilizará es de caso único.

Aspectos centrales.

Para la exposición del modelo teórico, se partirá del aspecto central del mismo, dado que en realidad es el concepto esencial del mismo y el que le aporta su nombre.

El sueño debe ser entendido aquí, como la acción de dormir. El descanso que proporciona el sueño es el eje vertebrador de este modelo. El sueño es considerado como una función biológica fundamental. De hecho, los seres humanos pasan la tercera parte de sus vidas durmiendo, si bien el tiempo empleado en el sueño va variando con la edad. Los recién nacidos pueden pasar unas 20 horas durmiendo, mientras que un adulto puede hacerlo unas 7 u 8 horas de media.A pesar de ser una actividad tan habitual, sigue siendo, en parte desconocida y todos los años aparecen estudios nuevos que amplían los conocimientos ya existentes sobre el tema.

Se considera que el sueño consta de 5 fases. La fases 1, 2, 3, y 4 de sueño no-REM y la fase 5 de sueño REM. Durante la noche se producen varios ciclos de sueño en los que se producen todas las fases del sueño. No quisiera hacer demasiado extensa esta presentación sobre el sueño, ya que el modelo tratado va destinado al público en general. Las fases del sueño se diferencian sobre todo por el tipo de ondas que se producen y por diferentes datos técnicos. Ahora bien, de cara a este modelo, se destacan dos fases: la fase 4 de sueño no-REM y  la fase 5 de sueño REM.

La fase de sueño 4 es la fase de sueño profundo. En esta fase el cerebro funciona al mínimo y parece que existe acuerdo entre los investigadores, en que es esta fase en la que el cerebro descansa de su incesante actividad diaria, recuperándose de tan duros esfuerzos. Al parecer esta es la fase fundamental para considerar que el sueño ha sido reparador.

La fase 5 o de sueño REM, es la fase que se considera muy importante de cara a los aprendizajes. En esta fase del sueño se producirían diferentes restructuraciones o reorganizaciones neuronales, en las células del cerebro, para dar cabida a los nuevos aprendizajes. En los recién nacidos esta fase del sueño ocupa mucho tiempo debido a que los cerebros de los bebés están en pleno desarrollo.

De todo lo expuesto hasta ahora, puede concluirse que el cerebro necesita del sueño, tanto para su descanso, como cualquier otro órgano del cuerpo, como para asimilar los nuevos aprendizajes y las nuevas estrategias necesarias para desenvolverse en nuestro mundo diario.

Partiendo de un cerebro bien descansado, el órgano como tal está preparado para afrontar sus diferentes funciones. Recientemente se han publicado varios estudios que abundan en que la pérdida de una sola noche de sueño puede asemejarse en síntomas con un trastorno psicótico, pudiendo aparecer alucionaciones, delirios y pérdida de contacto con la realidad. Por otro lado, también existen estudios que muestran que la pérdida de unos 90 minutos de sueño influye en nuestras decisiones, haciéndolas más optimistas.

Sin llegar a ese extremo de pérdida de una noche completa de sueño, en la actualidad muchas personas duermen mal, algunas tienen diagnóstico para sus problemas y otras, sencillamente lidian con ellos lo mejor que pueden. De modo que se va acumulando cansancio, hasta el agotamiento.

Pensemos un momento en el tipo de funciones complejas conscientes que realiza nuestro cerebro, solo se citarán algunas, de lo contrario, la lista podría ser demasiado larga. Los fenómenos asociados serían, por ejemplo, la percepción categórica, las percepciones construidas, la permanencia de objeto, las relativas a la teoría de la mente, la detección del engaño y la no menos importante, el control de nuestras emociones.

En realidad ya es complicado realizar estas funciones de manera eficiente, en plenas condiciones de funcionamiento, así cuando el órgano encargado de realizarlas no se encuentra en las mejores condiciones, se puede concluir que su funcionamiento no será correcto  y las consecuencias que se deriven de ese funcionamiento, se generalizarán al resto de los aspectos de la vida.

El modelo no predice una relación directa entre la falta de sueño y una psicopatología, sino que estará mediada tal y como se muestra en el gráfico por variables o factores personales. De esta forma, si la media de horas dormidas que necesita una persona para encontrarse descansada es de 8 horas, puede entenderse que habrá ciertas personas que con dormir 6 horas será suficiente y otras necesitarán 10. En realidad, ni siquiera estas horas de sueño tienen que ser siempre las mismas. En periodos de esfuerzos continuados, la necesidad de descanso se ve incrementada y en periodos de baja actividad, es posible que se necesiten menos horas de descanso.
A modo de conclusión, el modelo determina que si no se cumplen con las necesidades personales de sueño, el cerebro, el órgano que cumple la función de dirigir nuestra vida, hará que según la deprivación sufrida, aparezcan los síntomas de una de las psicopatologías relacionadas con el sueño.






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